Construirse una casa a medida es un sueño que tienen muchas personas que disponen de un terreno. Pero cuando se pretende hacer realidad el proyecto, hay muchas cuestiones a tener en cuenta. Esto es todo lo que debes saber.
Tener el terreno es el primer paso a la hora de construir una casa (y también uno de los más caros en el proceso). Una vez se posee, ya se puede contratar el arquitecto. Ahora bien, lo primero que hay que saber es si el terreno es urbano, urbanizable o rústico. Dependiendo de eso, se podrá ejecutar un proyecto u otro.
No hay un precio cerrado y cuántos más m2 se construyan, más barato será el precio por m2. Según VIP Reformas, una casa unifamiliar, de unos 150 m2con calidades media-altas, puede costar unos 600 euros/m2como base, lo cual arroja un precio de construcción total de unos 90.000 euros, aunque este precio se puede llegar a incrementar hasta los 1.000 euros/m2, desembocando en un precio final de construcción de 150.000 euros.
La estructura es una de las cuestiones que más incide sobre el precio final y que depende de los materiales que se empleen.
El precio del arquitecto también es muy variable. Mayormente, responde al prestigio del profesional y a la complejidad del proyecto. Los honorarios suelen moverse entre el 4 y el 6% del presupuesto de ejecución de material -donde se define en detalle el proyecto, se calcula la estructura, instalaciones y se precisan todos los acabados-, pero estos no tienen porqué cumplirse.
Desde VIP Reformas aseguran que “es difícil encontrar un arquitecto para vivienda unifamiliar por un precio inferior a 6.000 euros y que la media se eleva hasta los 12.000”.
Los aparejadores se ocupan de las cuestiones técnicas de la construcción. El precio medio de un aparejador es de unos 5.000 euros por obra.
El sueldo de un coordinador de seguridad depende del tiempo de la obra. Lo normal es que se sitúe alrededor de los 4.000 euros.
Antes de construir, hay que realizar una serie de estudios del terreno para ver las posibilidades y la viabilidad del proyecto. Estos son:
Normalmente, la constructora la elige el arquitecto, así que él incluye en el proyecto su coste. La constructora parte del estudio de los planos para elaborar el presupuesto de contrata, que suele ser un 19% superior al presupuesto de ejecución de material, ya que incluye los gastos generales (13%) y su beneficio (6%).
Contratar un interiorista no es obligatorio, pero muchas personas se decantan por hacerlo para que les ayude a decorar la casa al final de la obra. No hay un precio fijo, pero quizás la media se encuentre entre los 50 y 100 euros por hora.
Antes de empezar la obra, hay que pagar el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO) y unas tasas al ayuntamiento en el que la vivienda se vaya a construir. Esto supone un porcentaje del presupuesto de obra, que varía en cada municipio, pero que suele estar entre el 3 y el 5%.
Una vez terminada la obra, se tendrán los siguientes gastos:
Para la obra, los seguros los contratan el aparejador, el arquitecto y la constructora. El propietario lo que tiene que pagar son unos avales por Gestión de Residuos y por Ocupación de Aceras, que si no ocurren percances, se deben devolver al final de la obra. Esto suele ser en torno al 1% del presupuesto, pero también oscila según el municipio.
Fuente: idealista.com